El Encuentro Internacional que organiza Cuatro Valles muestra al mundo la capacidad de los ríos leoneses como recurso turístico de primer orden

La prensa especializada que part icipa en el Encuentro Internacional de Pesca Sostenible y Turismo Rural que organiza el Grupo de Acción Local Cuatro Valles dentro del proyecto Ninf@ Calidad está disfrutando de los ríos naturales leoneses que vierten sus aguas a la cuenca del Duero. Desde el Bernesga y el Torío en sus cursos altos al enigmático y bravo Sil o al apacible Omaña, paisajes, paz y armonía se funden en unas jornadas adobadas con la rica gastron omía de León y la calidad de sus alojamientos rurales. Tomás Gil, coordinador del grupo de Guías de Pesca que ejercen de anfitriones, se muestra esperanzado con el alcance de estas jornadas que pretenden ser una ventana que muestre las posibilidades del turismo en unos valles que «tienen la materia prima, pero necesitan proyectarse al mundo». El rigor del clima montañés que se dejó sentir en la primera jornada, se ha suavizado y ha permitido disfrutar de los «serenos» montañeses, cuando la lámina del agua se llena de vida.

Entre los asistentes a las jornadas llama la atención Ismael Tragacete, toda una leyenda del mundo cinegético que se ha «enganchado» a los ríos de León de la mano de Tomás Gil. «Vengo a León desde los montes de mi tierra toledana y aquí siempre encuentro la paz». El que durante tantos años mantuvo la hegemonía en las cuestas y páramos mesetarios, persiguiendo siempre a rabo a la brava patirroja, se reencuentra ahora con una naturaleza distinta en los profundos valles de aguas cristalinas. «No importan las capturas, la primera jornada pesqué una trucha y disfruté devolviéndola a su hábitat. Importa la naturaleza que te desborda. Todavía somos unos privilegiados», manifestó este nuevo amante de la pesca.s

El esfuerzo organizativo que suponen las jornadas y que apenas cuenta con ayudas institucionales -"«me conformo con que nos dejen trabajar» asegura Tomás-", sí tiene la inestimable ayuda de la asociación Pescaleón, presidida por José Rubén y siempre vinculada a las ideas renovadoras en una provincia que todavía no ha sabido valorar la potencialidad de unos recursos poco conocidos y mal gestionados. Tal vez, ahora que se renueva la Administración Autonómica, el esfuerzo de estas gentes sirva para remover los cimientos de una sección de pesca anquilosada e inmovilista.

Pescar al sereno

Cuando llega el verano y los calores estivales alcanzan su máxima intensidad, la luminosidad del sol hace que las truchas se refugien en las sombras durante el día, especialmente en los ríos de montaña que han perdido gran parte de su caudal. Es frecuente entonces que los aficionados prefieran los serenos del amanecer y, especialmente los del atardecer, para pescar con posibilidad de éxito. En la pesca a mosca ahogada en una buena cuerda de «sereno» no deben faltar las moscas tradicionales de doble ala como la saltona, la hormiga de ala blanca o el cascudo. También la «Miguelina», poco conocida pero de extraordinaria eficacia, ideada por Tomás Gil.

Para evitar enredos en estas horas crepusculares, con poca luz que se nos va en pocos minutos, es recomendable reducir la cuerda de cinco a tres moscas eliminando el rastro. Una buena captura pude suponer también un importante enredo. En estos casos es preferible no perder el tiempo en desenredar y colocar una nueva cuerda. En todo caso hay que saber que tan solo se permite pescar hasta una hora después de la puesta del sol.